El azud de Laguna Cebollera

Allá por los años setenta se realizó en la zona de Cebollera una gran política de reforestación que hoy todavía es visible. El pasiaje hasta entonces era bien diferente a los que podemos ver hoy en día, prados verdes ocupaban las laderas que hoy poblan las hileras de pinos. Con la entrada de maquinaria para hacer esa reforestación se hicieron la mayoría de pistas forestales que ya en algunos casos eran caminos o veredas centenarias. En el caso que nos compete hablaremos de una peculiar 'obra' de la que el excursionista podrá fijarse con detalle en la zona de Laguna Cebollera.

Allí se ideó el levantamiento de un azud para mantener un caudal constante durante todo el año. Al inicio de la laguna es todavía visible esta actuación acometida en los años setenta. De una parte se quiso regular el caudal que bajaba por el Arroyo al Río Razón y dar un caudal de agua constante a los habitantes de sus riberas. Las huertas tendrían agua constante durante todo el año. El proyecto además se sumaba a la protección de algunas aves como la cerceta común, que necesitaba de una cantidad de agua constante para permanecer por estos lares.

Restos de la arqueta que regulaba el caudal de Laguna Cebollera.

A la derecha se puede observar el azud artificial realizado con piedras y arena de la zona.

Mejor se puede apreciar en esta instantanea la elevación realizada por la mano del hombre.

A priori todo ello se logró, el problema vino que no contaban con las durísimas condiciones climáticas de estas altitudes. Un tormentón estival hizo añicos la rudimentaria arqueta que regulaba el paso de agua. Hoy es fácil apreciar sus restos ruinosos.

El azud de tierra y piedras se mantiene y por ello la Laguna de Cebollera puede presumir de mantener unos niveles de agua equilibrados durante la mayor parte del año.

La reliquia de quitanieves del Piqueras

Cuentan los viejos del lugar que ya no nieva como antes, es ya un clásico escuchar esta sentencia cada vez que entramos en pleno invierno. Durante uno de mis paseos por Soria en estos días estivales me llamó poderosamente la atención una máquina expuesta en el parque de maquinaria que posee la Junta de Castilla y León en la zona del Polígono Las Casas. Me sonaba familiar, y tras hacer las comprobaciones pertinentes vi que el instinto no me fallaba.

Corría el año 1965 cuando los intrépidos y pioneros esquiadores de Soria, La Rioja, Burgos y Álava se acercaban a una rudimentaria instalación que había en la zona de lo alto del Cabezo de Piqueras, casi en la cima del famoso Puerto de Piqueras. Se trata de ese famoso puerto que en cada boletín informativo radiofónico de noviembre a marzo era citado con un “Piqueras cerrado” o “con cadenas” a causa de las grandes precipitaciones en forma de nieve que ocupaban la calzada y la hacían intransitable.

Pues bien, una persona esquiadora de aquella época, como era Gregorio Sanz, miembro del Centro Excursionista Soriano me hizo llegar algunas fotos de aquellos años. En una de ellas me impactó la quitanieves de color amarillo (ahora la han pintado de rojo) que poseía una hélice y una buena pala para limpiar la calzada del puerto del gran espesor de nieve acumulado y así dar paso a los vehículos que transitaban por aquella N-111 que une Logroño con Madrid por Soria.

Como se puede apreciar en la imagen esta quitanieves ha pasado a la historia, la construcción del famoso túnel ha facilitado mucho la labor y solo los nostálgicos, las mercancías pesadas y los amantes de la naturaleza se aventuran a ascender el puerto por la ruta de toda la vida. Hasta cuatro meses llegó a estar cerrado el puerto en el invierno de 1956, testimonio fidedigno de Pepe Sanz, hijo de uno de los camineros que vivía al pie del puerto en la vertiente soriana, y que de sus recuerdos nos pudimos hacer eco (q.e.p.d.).

Mientras tanto el Puerto de Piqueras trae numerosos recuerdos a todos los nostálgicos que por diversas circunstancias lo hubieron de atravesar, como muestra la quitanieves expuesta en la zona del Polígono de Las Casas.