sábado, 12 de mayo de 2018

Andrés Espinosa, un montañero de antes

Andrés Espinosa Etxebarria fue uno de los pioneros del montañismo nacional, uno de aquellos aventureros que en tiempos pretéritos se atrevió con ascensiones hasta entonces inalcanzables o muy difíciles de conseguir por los medios disponibles. Por citar algunas de sus proezas fue capaz de ascender en solitario el Mont Blanc y el Kilimanjaro en 1929 y 1930 respectivamente, algo prácticamente inaudito en aquellos años por la escasez de medios que había.  Amén de sus excelencias montañeras lo que aquí nos compete es explicar que Andrés era un clásico de las Sierras de Urbión y Cebollera. Las visitó en numerosas ocasiones, y le cautivaron de tal manera que se animó a publicar un libro llamado "Urbión es un quimera". Dicho volumen, difícil de encontrar fue editado en 1952.

Espinosa fue un adelantado a su tiempo, fue capaz de adentrarse en el Himalaya en una época totalmente remota, además era un asiduo de la escritura en publicaciones montañeras, como por ejemplo la revista Pyrenaica, en la cual fue portada la Laguna de Urbión y la Muela en el número 4 en 1963, el paisaje por suerte no ha cambiado mucho.
Andrés era un tipo de los de antes, y de los que hoy en día quizás no haya. Con una fortaleza física tremenda, y capaz de realizar verdaderas proezas montañeras con los materiales de la época, por llamarlo así a las rudimentarias ropas y útiles que se empleaban en la primera mitad del siglo XX.

Andrés Espinosa posando en una fotografía de archivo.



Portada de la revista Pyrenaica con la Laguna de Urbión 

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